Sacramentos en nuestra Parroquia

El origen y fundamento del bautismo cristiano es Jesús. En el Bautismo, el Espíritu Santo nos mueve a responder al llamado de Cristo a la santidad y a caminar por la luz de Cristo y a confiar en su sabiduría. Para obtener más información sobre el Sacramento del Bautismo, haga clic aquí.

No sólo nos libera de nuestros pecados sino que también nos desafía a tener el mismo tipo de compasión y perdón por aquellos que pecan contra nosotros. Jesús confió el ministerio de la reconciliación a la Iglesia. El Sacramento de la Penitencia es el regalo que Dios nos hace para que cualquier pecado cometido después del Bautismo pueda ser perdonado. Con la absolución, estamos reconciliados con Dios y la Iglesia. Para obtener más información sobre el Sacramento de la Reconciliación, haga clic aquí.

La Eucaristía en la Iglesia Católica es un sacramento celebrado como "fuente y cumbre" de la vida cristiana. La Eucaristía se celebra diariamente durante la celebración de la Misa, la liturgia eucarística. Para obtener más información sobre la Eucaristía, haga clic aquí.

La Confirmación profundiza nuestra vida bautismal que nos llama a ser testigos misioneros de Jesucristo. Recibimos el mensaje de fe de una manera más profunda e intensa, con gran énfasis en la persona de Jesucristo, quien pidió al Padre que diera el Espíritu Santo a la Iglesia para la edificación de la comunidad en el servicio amoroso. Para obtener más información sobre el Sacramento de la Confirmación, haga clic aquí.

El Sacramento del Matrimonio es una alianza, que es más que un contrato. La alianza matrimonial se refiere a la relación entre marido y mujer, una unión permanente de personas capaces de conocerse y amarse mutuamente y a Dios. La celebración del matrimonio es también un acto litúrgico, apropiadamente celebrado en una liturgia pública en la iglesia. Se insta a los católicos a celebrar su matrimonio dentro de la Liturgia Eucarística. Para obtener más información sobre el Sacramento del Matrimonio, haga clic aquí.

La ordenación al sacerdocio es siempre un llamado y un don de Dios. Cristo recordó a sus Apóstoles que debían pedirle al Señor de la mies que enviara trabajadores a la mies. Quienes buscan el sacerdocio responden generosamente a la llamada de Dios utilizando las palabras del profeta: "Heme aquí, envíame a mí" (Is 6,8). Este llamado de Dios puede ser reconocido y comprendido a partir de los signos diarios que revelan su voluntad a quienes están encargados de discernir la vocación del candidato. Para obtener más información sobre las Sagradas Órdenes, haga clic aquí.

A través del ministerio del sacerdote, es Jesús quien toca a los enfermos. El efecto esperado, si es la voluntad de Dios, es que la persona sea sanada físicamente de su enfermedad. El efecto principal del Sacramento es una curación espiritual mediante la cual la persona enferma recibe el don del Espíritu Santo de paz y coraje para afrontar las dificultades que acompañan a las enfermedades graves o la fragilidad de la vejez. Para obtener más información sobre el Sacramento de la Unción de los Enfermos, haga clic aquí.